Javier Longobardo nace en Gijón el 7 de Agosto de 1969. Crece en un ambiente creativo, ya que sus padres son profesores de dibujo. Tras continuos cambios de residencia, (Madrid, Gijón, Jerez) finalmente se establece en Granada. Comienza sus estudios de Bellas artes en Granada pero se licencia por la Universidad del País Vasco, donde concluye sus estudios. De vuelta a Granada comienza su ecléctica carrera artística. De especial importancia su presencia en las principales galerías de arte.
Tiene concedidos innumerables premios y becas, como los otorgados por la Consejería de Cultura de la Junta de Andalucía, la Diputación de Granada, Caja Madrid y por el Instituto de Juventud.
Ha participado en diversas exposiciones individuales y colectivas, cursos, talleres y en la realización de videoclips, tales como “Street Lights”, para Kanye West o “Romance de Juan de Osuna”, para Los Planetas.
Sus trabajos son de temáticas muy variadas, ha realizado proyectos de carga social como la exposición Zaidín Monumental, “sobre el barrio en el que vivió en Granada, acerca de la forma de arreglar un espacio que podía haber sido bastante deprimente si no hubiera tenido una intervención”, y sobre el impacto de la inmigración polaca en Madrid titulado litle Polonia lifestyles.
Lalâau Comunicación realizó el diseño gráfico para el catálogo de la exposición Buck Sad que tubo lugar durante los meses de Febrero y Marzo de 2008 en la sala El Brocense de Cáceres.
Javier Longobardo ha realizado las últimas propuestas visuales para acompañar la música de artistas tan destacados como “Antonio Arias” o “Los Pilotos”; realizando para estos últimos la portada de su disco debut.
Buck Sad es una muestra original compuesta por una veintena de obras, en la que incluye cortos de animación, esculturas e impresiones digitales sobre aluminio. Esta obra parte de la exploración de las bases conceptuales del paisaje a partir de los nuevos recursos y lenguajes integrados en el video, como el movimiento, el tiempo y el sonido. Los paisajes son espacios contemplativos, gigantescos, megalómanos y muy épicos, sin hilo argumental, diseñados para la mera satisfacción del placer visual y acompañados de música, que invita a viajar a través de los espacios, creando emoción. Para Longobardo el sonido es un elemento importante en sus piezas audiovisuales, pues “la música es como el perfume”, puede evocar experiencias pasadas o imágenes visuales, al igual que lo hacen los olores.
Os dejamos unas imágenes de la exposición y del catálogo.